Una de las cosas que, en Bibliomulas,
nos hace sentir muy orgullosos es la certeza de que podemos mantenernos en el
tiempo, creciendo cada día un poquito más. Este programa empezó modestamente
hace más de diez años y durante ese tiempo, debido a que siempre ha tenido un
norte especifico y claro, ha visto sueños cumplidos y puede hablar de crecimiento.
Por eso, cada nuevo año es un inicio
optimista. Así como cada nuevo día también lo es, básicamente porque nos
permite enfrentarnos a retos de los que no sabemos si podremos salir airosos;
esa adrenalina propia de la expectativa, es la energía positiva que nos hace
creer en lo que hacemos y hacerlo cada vez con mayor entusiasmo.
No será menos en 2024. Un año que se
perfila complicado, lleno de retos y de dificultades, pero también de
oportunidades. Somos conscientes de que habitamos un espacio lleno de problemas
y también de que el año 2024 traerá agitación. El país, ese al que debemos lo
que somos, enfrenta urgencias y es importante poner un poco de fuerza creadora
al servicio de la solución de esas urgencias. En Bibliomulas, apostamos a la educación,
ese es nuestro aporte.
La educación no formal; pero, con valor
académico y la oportunidad de regalar mundos a quienes nos siguen: los muchos
mundos que se encuentran entre las tapas de ese libro que los niños y niñas manosean,
abren, cierran, adivinan y finalmente, leen para bien de todos. Lo decimos así
de claro, porque lo hemos visto: los niños que leen y disfrutan la lectura,
tienen más posibilidades de hacerse adultos que disfrutan los grandes placeres
intangibles de la vida. Adultos que comprenden al otro, que respetan sus
espacios, que saben estar solos y ser autosuficientes y, sobre todo, que saben cómo
habitar la fantasía para hacerle frente al dolor.
Si la vida está llena de momentos
duros, emociones fuertes y alegrías enormes, los libros son entonces la vida. De
modo que, para Bibliomulas, la apuesta es, impulsar a través de la lectura, el
disfrute pleno de la vida y el aseguramiento de sus enseñanzas.
Eso, junto al fortalecimiento de la
Ludoteca Gabriele Sanesi, los encuentros con otras comunidades que aún no
conocemos, los eventos de calle y el impulso definitivo a iniciativas artísticas
y creativas destinadas a niños que acompañan nuestras visitas, es el plan del
año que acabamos de comenzar con fuertes bríos.
Vamos a seguir adelante y vamos a
crear los impulsos que necesitamos para llegar a otros puertos. Después de
todo, nuestro símbolo es terco y empecinado, como nosotros.
Feliz año 2024.