Aunque en Bibliomulas no nos
orientamos por el calendario escolar “oficial”, siempre tratamos de que
nuestras actividades, de alguna forma se correspondan con este. Lo hacemos
porque creemos que nos corresponde darle un poco de “piso” a la escuela y también
porque la escuela formal es el origen de muchas de nuestras comunidades
beneficiarias.
En un principio trabajamos incluso
dentro de la escuela, dejamos de hacerlo cuando descubrimos que, de esa forma,
dejábamos por fuera niños de la comunidad que, o bien no estaban escolarizados
(y se perdía la oportunidad de hacerlo) o bien, lo estaban en un instituto
educativo distinto al que nosotros teníamos de aliado en ese momento.
Así llevamos varios años de
crecimiento y alegría.
Pero, la escuela sigue allí, los
docentes nos necesitan y nosotros los apoyamos y, además, creemos firmemente en
la necesidad de la educación formal. De ahí, el calendario, para bien.
Traemos toda esa reflexión a la mesa,
porque recientemente tuvimos una magnifica oportunidades de demostrarlo:
nuestra celebración de “fin de año” que en realidad no es más que el momento
del año en que nos tomamos un respiro para agradecer a todos quienes son parte
de nuestro programa, su valioso apoyo.
Esta vez, pudimos reunir por un día completo a nuestros amigos de Las Quebraditas, El Rincón, Las Cuadras, Los Pinos y La Vergara Alta, en una simpática fiesta que celebramos en los espacios de nuestros aliados Fundación Don Bosco.
Nos alegra mucho recordar ese momento
porque fue muy divertido, gracias al apoyo de Comediantes de Mérida, quienes
ofrecieron a los niños un espectáculo divertido de Títeres y Marionetas, además
de un poco de clases de “zancos” algo que definitivamente, llena de emoción el
corazón de los niños.
Fieles a nuestro empeño de relacionar
todo lo que hacemos con momentos de lectura, esta vez creamos un intrincado
mapa de cuentos para que los niños jugaran a “encontrar” cuentos y tuvieran la
recompensa de conocer al mismo tiempo una historia novedosa.
Para terminar, mucha música permitió
que los niños disfrutaran cantando y bailando hasta el momento de la sabrosa
merienda, que esta vez contó con el apoyo de los padres, representantes y
miembros de las comunidades
Un día para solidificar compromisos y
hacer valer la premisa de que trabajamos con cariño allí, donde no llegan los
libros.
Hasta el próximo año.