En un reciente encuentro, vivimos una
fantástica experiencia: la implementación de la estrecha relación que existe
entre música y literatura al utilizar una canción para fomentar la creatividad,
así como forma de animación a la lectura, en niños entre 4 y 6 años.
Parte del proyecto formativo desde el
que se da vida a la Ludoteca Gabriele Sanesi, la utilización de diferentes
expresiones artísticas, para inducir a los niños a adquirir hábitos tempranos
de lectura no puede dejar por fuera la música. La razón es muy sencilla: El
lenguaje es una forma de música, porque todo lenguaje y todo idioma, tiene su
propia musicalidad.
Los niños nacen con un desarrollado
sentido innato de ritmo, suelen comprender fácilmente, aunque todavía no saben
lo que significa, y muy pronto descubren que sus balbuceos sirven para
comunicarse con sus padres y con el mundo que los rodea; entre muchas otras,
por ejemplo, una buena muestra de ello es su clara disposición a entenderse con
animales (cuyo lenguaje es fundamentalmente rítmico). Sucede porque el hombre,
antes incluso de aprender a hablar, ya utilizaba la música, los ruidos y los
gestos para comunicarse y luego, inventó el lenguaje.
Así que, desde muy temprano, un niño escucha
palabras como si fueran música, percibiendo el ritmo, entonación y melodía y
aunque se trata de un proceso neurocognitivo mucho mas complicado, la verdad es
que se reduce a que memorizan esos sonidos, los repiten y, un día, se produce
el milagro: hacen coincidir lo que escuchan con lo que quieren decir y empieza
la fase comprensiva del significado y reconocimiento de palabras dentro de una
historia.
Es el mismo proceso que se vive
cuando se intenta aprender un idioma nuevo y, muchas veces, cuando se intenta
reconocer o asimilar un nuevo conocimiento complejo; se debe a que las letras
son solo dibujos y hay que aprender a asociar los sonidos a la letra escrita.
En la jornada a que hacemos referencia,
los niños tuvieron además la oportunidad de relacionarse con instrumentos
musicales, expresión de arte gráfico y conocer el reino animal, siendo capaces
de identificar algunos animales pues, toda la dinámica giró alrededor de la
conocida canción “La Pulga y El Piojo” del famoso grupo venezolano Serenata
Guayanesa.
De esta forma, sumamos una nueva y
entretenida herramienta al objetivo mayor de nuestra existencia: auspiciar la
formación de hábitos tempranos de lectura.