Estamos completamente conscientes de que una buena parte de nuestra responsabilidad es atender y cuidar a nuestra querida Canela, como lo haríamos con cualquier otro miembro de nuestra familia. Esto no solo se debe a que ella es, literalmente, el alma del trabajo que hacemos, sino porque somos los primeros en defender el buen trato animal y la certeza de que alguien que no es capaz de asumir los cuidados que deben dársele a un animal, en todos los ordenes de su vida, no merece tener un animal a su cuidado.
De modo que, el chequeo anual veterinario que debemos hacer
a Canela es una prioridad impostergable. Hacerlo no es solamente un asunto de
responsabilidad doméstica, que nos corresponde porque somos los responsables de
la mula, sino también un asunto absolutamente relacionado con la tranquilidad
que necesitamos tener para darle lo que ella necesita.
Un chequeo veterinario a tiempo evita problemas, como suele pasar
en todos los casos en los que se requiere cuidados y atención. Además, en el
caso de los equinos, la intervención veterinaria es indispensable porque previene
problemas que pueden ser graves y muy dolorosos.
Así que, si hay prioridades y gente indispensable en nuestro
equipo, la veterinaria es una de las primeras. Sobre todo, porque hemos conseguido
el auxilio de una medica especializada en equinos que la trata con cariño y le
dedica su mejor esfuerzo. Un esfuerzo que se compensa con la salud y el
bienestar de la mula.
Así que, es una maravilla poder decir que la encontramos perfectamente sana y saludable. Ha crecido, ha ganado peso, ha desarrollado fuerza y resistencia y está “como una niña de 15”
Dicho de otro modo: hay Canela para largo rato y esa es la
mejor noticia que hemos recibido en un largo tiempo.