Proyecto Bibliomulas: Re-crear vivencias lectoras para con-mover mediadores de lectura en Mérida-Venezuela

Reproducimos a continuación, el artículo escrito por la Doctora Emilia Márquez Montes, docente asociada al proyecto Bibliomulas desde sus in...

sábado, 23 de abril de 2022

CELEBRAMOS EL LIBRO

Es uno de esos días señalados con marcas de diversión y obligación, porque es uno de esos días que nos toca de cerca y nos importa mucho; después de todo somos una biblioteca, es decir, somos el hogar de libros muy especiales: aquellos especialmente destinados a quien empieza a leer, a quien necesita cautivarse con la lectura y hacerlo un hábito, los niños y adolescentes. De modo pues que, el 23 de abril es un día de fiesta que nosotros no pasamos por alto.

Hemos hecho una costumbre celebrar el Dia del libro haciendo homenaje al libro y también a quienes hicieron que esta fecha fuera la escogida para honrar la historia y el oficio de “quienes hacen los libros” e inspiraron este día.

A principios del siglo XVII (1616, para ser exactos) murieron casi simultáneamente dos de los autores que revolucionaron completamente el arte de hacer literatura: Miguel de Cervantes, autor de “Don Quijote de la Mancha” considerada la mejor novela escrita en español de todos los tiempos y William Shakespeare, el autor teatral más representado y alabado durante 4 siglos. Ambos, como ya hemos dicho, murieron el mismo día: 23 de abril de 1616.

Como quiera que, pasados años y años nos dimos cuenta que se trataba de una fecha necesaria en las efemérides del mundo occidental; en 1995 la UNESCO en combinación con la Unión Internacional de Editores, decidieron escoger esta fecha para unificar las celebraciones del libro que ya ocurrían en diversos países del mundo. Un hecho significativo por demás, ya que esa es también una fecha relacionada estrechamente con otros autores de fama mundial, bien por muerte o por nacimiento.

Para BIBLIOMULAS, celebrar al libro es, de muchos modos, celebrarnos a nosotros mismos. Ya hemos dicho que somos una casa de libros que abunda en particularidades: se trata de una casa que no tiene techos ni paredes, solo alforjas que, llenas de libros, viajan a lomo de mula hasta lugares recónditos de la geografía merideña donde no llegan, a veces, ni los maestros.

Por eso, nos tomamos muy en serio el asunto poniendo a funcionar nuestro equipo para que no se pierda el tiempo que debemos dedicar al libro, pues creemos que no hay mejor manera de celebrar el libro que leyendo; sobre todo, leyendo para conocer, no solo los mundos encerrados dentro de las historias que hay en sus páginas, sino tal vez, a quienes hacen posible esos mundos. Así que este año, el mes del libro se convirtió en una celebración que se extenderá por varias semanas más ya que cuenta con el apoyo de destacados escritores residentes en Mérida, quienes han aceptado con gusto y entusiasmo acompañarnos en nuestra fiesta

Nombres como Marisol Carrero, María Luisa Lazzaro, Pedro Maldonado y varios más, estarán junto a Canela y los niños de nuestras comunidades aliadas para descubrir cosas en común. No solo se trata de leer fragmentos de obras con valor universal, como El Principito o Don Quijote, sino también conocer los nuevos proyectos literarios de creadores locales o jugar al teatro recreando historias para apreciar el valor de la palabra.

Aún hay más: también han aprendido a realizar un libro y ahora la mayoría de nuestros niños beneficiarios exhiben con orgullo un libro artesanal que han fabricado después de varios días de taller formativo y empeño, posiblemente la mejor de las actividades que realizamos pues, bien hay que observar el inmenso cariño que todos le pusieron al proyecto de construir un libro y hay que ver, también, lo bonito que le quedó a cada uno el suyo.

No podemos más que sentirnos orgullosos y agradecidos. El Día del Libro (del idioma y de la propiedad intelectual, que eso se celebra igualmente este día) ha sido y seguirá siendo una fiesta que va desde Las Quebraditas hasta El Caucho y de ahí a El Rincón, pasando por todos los recovecos de la montaña hasta llegar a Jají y sus caseríos, para hermanarnos todos en la realidad hermosa que significa descubrir el mundo y recorrerlo a lomo de un libro.