Proyecto Bibliomulas: Re-crear vivencias lectoras para con-mover mediadores de lectura en Mérida-Venezuela

Reproducimos a continuación, el artículo escrito por la Doctora Emilia Márquez Montes, docente asociada al proyecto Bibliomulas desde sus in...

martes, 25 de enero de 2022

Inicio en plan creativo

Uno de los logros de los que podemos “alardear” en Bibliomulas es la expansión de nuestro programa de promoción de lectura a comunidades foráneas del estado Mérida. El experimento que comenzó en un par de aldeas cercanas al municipio Jají ha devenido, en poco más de un año, en un movimiento propio que, bajo nuestra guía, ha copado espacios en los que no había ninguna alternativa docente fuera de la escuela tradicional.

Gracias al trabajo diario y entusiasta del grupo de mediadoras que formamos para llevar adelante las primeras fases del proyecto, hoy podemos decir que Jají es una comunidad que crece por si misma, desarrollando actividades alrededor del libro y el estimulo a la lectura, con mayor número de beneficiarios cada vez.

Viene a cuento. El inicio de actividades en el año 2022 ha sido mucho más elaborado gracias a la simultanea inclusión de todos los grupos que hacen parte de nuestras actividades. Ha sido como poner en marcha un calendario completo de pequeños eventos cuidando que nadie se quede por fuera; sobre todo, que ninguno de los grupos se quede rezagado en el plan de desarrollo del año escolar, que por supuesto presenta nuevos retos y algunas incertidumbres aún.

Ese inicio que para nosotros ha resultado mucho más exigente y complicado, tal vez de manera inédita, ha postergado por un par de semanas la visita de la mula a las comunidades de Mérida; sin embargo, no ha retrasado en absoluto el acercamiento a los beneficiarios, sino que ha permitido que utilicemos ese tiempo en ofrecerles una alternativa diferente, con características urbanas y sin dejar de lado la mula; pero, planificada para sacar ventaja de la Ludoteca Gabriele Sanesi.

Mientras en las comunidades más apartadas, las maestras en combinación con las mediadoras asignadas en cada aldea, llevan a cabo encuentros en los que igual participan 4 que 12 niños y en los que han ocurrido cosas tan bonitas como la idea de uno de los más chiquitos de “buscar otros niños para que vengan a ver libros con la mula”

Como decíamos más arriba, simultáneamente hemos tenido el gusto - durante toda la semana - de utilizar exhaustivamente nuestra ludoteca abriéndola cada día para grupos provenientes de las comunidades que atendemos en Mérida, a quienes la cercanía permite los encuentros, en tiempos de tanta dificultad con el transporte público, combustible y movilización en general.

Niños beneficiarios provenientes de El Rincón, Las Quebraditas, Las Cuadras, Los Pinos, San José de las Flores y El Caucho, han tenido la posibilidad de formar parte de un proyecto muy enriquecedor que incluye trabajo artesanal, estimulación de escritura y lectura y creatividad.

Se trata de la elaboración de libros artesanales, una destreza que hemos estado poniendo en practica desde hace tiempo con resultados muy satisfactorios. Los niños se reúnen para hacer un pequeño libro en el que incluyen las imágenes que ellos escojan, algunos textos estudiados en sesiones previas y lo más importante: un texto narrativo escrito por ellos en formato microrrelato.

Decimos que no hay mejor manera de enseñar a un niño que poniéndolo al tanto del valor que tiene el resultado de su esfuerzo. Cuando un niño en edad de aprendizaje recibe la alegría de que su trabajo se tome en cuenta y sea parte de un proyecto aún mayor, ese niño se siente validado: eso es lo que estamos haciendo con el proyecto libros artesanales: queremos producir un volumen significativo que más tarde pueda ser digitalizado y puesto en circulación tomando en consideración exclusivamente los aportes que cada niño ha hecho.

Hasta ahora, el resultado es bastante bueno porque los niños se lo toman en serio y ponen el mayor empeño. Lo único que resta es guiarlos a través de técnicas que les den mayor destreza en la elaboración de dibujos y pinturas y, por supuesto, hacerlos leer aún más para que sean capaces de escribir con toda corrección sus pequeños relatos.

No hay duda que el inicio del año 2022 está resultando tan prometedor como esperábamos.