Estamos completamente seguros que un proyecto como Bibliomulas Mérida no puede funcionar correctamente sin alianzas; lo decimos con seguridad porque creemos que, uniendo esfuerzos, es como saldremos adelante en esta curiosa disyuntiva por la que atraviesa el país. Esa situación crítica y llena de complejidades que nos preocupa tanto, puede enfrentarse mucho mejor, si contamos para ello como asociaciones amigas que nos permitan espacios para crecer y a quienes podamos apoyar en sus propios esquemas de desarrollo.
Tal es el caso de la Asociación
Civil Geografía viva, fundada en Caracas en
1987 por estudiantes de geografía de la Universidad Central de
Venezuela. Aunque su nombre parece indicar el desarrollo de actividades que no
necesariamente coincidan con las propias de Bibliomulas Mérida, ha resultado un
acercamiento necesario, lleno de
exitosas oportunidades.
Geografía viva, ha desarrollado un interesante trabajo en el área de educación ambiental, en regiones en que la naturaleza requiere especiales cuidados porque se encuentra en un mayor estado de vulnerabilidad. Ese fue su centro de acción durante muchos años. A medida que realizaban ese trabajo, sin embargo, empezaron a notar que, en relación con el ambiente, los niños tienen derechos específicos y que la educación ambiental debía ser enlazada con la problemática de las familias, especialmente las mujeres “dado que comprobamos que, si no se vincula el trabajo ambiental con el mundo afectivo de las personas, éstas no incorporan actitudes proactivas.”
Es por eso que se proponen, entre otras cosas, “promover
en los niños y niñas habilidades de lectura y escritura, como fuente de
enriquecimiento personal, contribuyendo con la formación de ciudadanos,
autónomos, sujetos de su propio desarrollo individual y colectivo”
Ha sido una gran oportunidad para Bibliomulas Mérida. El
proyecto de Geografía viva se realiza
en la parroquia de Jají, en el estado
Mérida, Venezuela, áreas en las que nuestro trabajo de promoción de lectura y
apoyo al crecimiento intelectual de niños, ha tenido poca presencia.
Para cumplir con el objetivo propuesto y aún en tiempos en los que la educación presencial no termina de instaurarse permanentemente, debido a la situación de emergencia sanitaria por efectos de la pandemia por COVID 19, hemos podido asistir en varias oportunidades a Jají y con todas las medidas de bioseguridad necesarias, hacer trabajos de formación docente, sesiones de lectura dirigida, actividades de apoyo pedagógico compartiendo nuestras alforjas de libros.
La alianza con Geografía
viva nos ha permitido ampliar el radio de acción de nuestro proyecto; pero,
sobre todo nos ha dado la enorme satisfacción de ser parte de un proceso que
extiende sus objetivos mucho mas allá de la promoción lectora exclusivamente, y los engloba dentro de un objetivo educativo
medioambiental; lo cual es uno de los grandes fines que persigue Bibliomulas;
además, hemos conseguido una mula en la parroquia Jají que se pondrá al
servicio de los niños de la comunidad y nuestras alforjas, llenas de títulos
interesantes y tesoros de la literatura universal, han tenido la mejor acogida.