Cartas a PUEGNAGO

En estos tiempos de comunicación inmediata que tanto (y con tanta nostalgia) han sustituido las visitas de cartero y la emoción de comprar e...

martes, 17 de diciembre de 2024

Cartas a PUEGNAGO


En estos tiempos de comunicación inmediata que tanto (y con tanta nostalgia) han sustituido las visitas de cartero y la emoción de comprar estampillas para echar una carta al correo, resulta maravilloso enseñar a las nuevas generaciones el sentido lúdico, casi mágico, que encierra el intercambio epistolar.

Alguna vez todos hemos pensado que lo digital no envejece: las fotos que subimos a Instagram, por ejemplo, mantienen el brillo inalterable del día en que fueron hechas, incluso diez años después de haberlas visto por primera vez, las cartas que mantenemos en los archivos de la computadora siempre estarán a la distancia de un clic y (a menos que ocurra un desastre tecnológico) permanecerán inalterables, protegidas por la seguridad de la nube. Nunca una mancha o una gota de agua estropeará su contenido (mucho menos el lagrimeo de una distancia insalvable).

Eso está muy bien; sin embargo, para muchos admiradores de lo tradicional, nada sustituye la carta enviada y recibida “allende los mares”, por eso, ha sido tan importante revivir la buena costumbre de enviar y recibir cartas entre niños de comunidades tan distantes como EL CAUCHO en Mérida y PUEGNAGO, en Italia.

Es justo lo que hemos hecho: gracias a que nuestras comunidades cada vez trabajan en mayor cercanía, una nueva idea ha surgido: el intercambio epistolar entre jóvenes provenientes de comunidades atendidas por Bibliomulas y alumnos de la escuela primaria de PUEGNAGO. El resultado: una interesante conversación libre en la que se relatan incidentes de su vida en cada región, destacando como son los pueblos que habitan y la escuela a la que asisten.


Sin duda, toda una declaración de intenciones que esperamos poder estimular en el futuro pues, con la escritura de cartas avanzamos rápidamente en el dominio de diversas herramientas; por un lado, por supuesto, creamos una oportunidad para ejercitar la escritura en un ambiente fuera de las restricciones habituales del aula; pero, también, ponemos en práctica el desarrollo de habilidades para redacción y sintaxis y, además, se trabaja en ortografía y estilo.

La verdad, un verdadero apoyo en la formación de personas que saben y pueden comunicarse bien. Seguiremos apoyando estas iniciativas de intercambio que, al final, lo mejor que tienen es acortar las distancias entre nuestros pueblos amigos.