Proyecto Bibliomulas: Re-crear vivencias lectoras para con-mover mediadores de lectura en Mérida-Venezuela

Reproducimos a continuación, el artículo escrito por la Doctora Emilia Márquez Montes, docente asociada al proyecto Bibliomulas desde sus in...

miércoles, 10 de febrero de 2021

¿POR QUÉ UNA LUDOTECA?

Originadas en 1934 en Estados Unidos de América, no fue sino hasta entrados los años 60 del siglo XX que el espacio conocido como Ludoteca,  comenzara a tener valor dentro de la sociedad a medida que fue considerado parte del proceso educativo de niños y jóvenes.

Se definen como “espacios para jugar” o también, “espacios para guardar juegos”, ya que su etimología así lo refiere: ludoteca se forma de la palabra ludus que en latín significa juego o juguete y el griego teke que significa caja o lugar para guardar algo; por lo tanto, tomando en consideración la definición que da el DRAE a la palabra, tenemos que una ludoteca es un  “Centro de recreo donde se guardan juegos y juguetes para su uso y préstamo”.

Si bien, conceptualmente,  esas definiciones se acercan mucho a la realidad, la verdad es que,  hoy por hoy,  el término refiere muchas otras cosas y se  convierte en una herramienta educativa, indispensable en la formación de  adultos motivados, activos, equilibrados, porque han recibido en su formación cultural infantil el derecho a jugar.

Ese derecho es uno de los puntos fundamentales cuando hablamos de los objetivos concretos de las ludotecas como espacios educativos. Ya no existe la discusión acerca de la importancia que tiene el juego en el desarrollo intelectual, psicomotor, socio afectivo y cognitivo de un niño. De modo que, el impulso al juego, consagrado dentro de los planes formativos que se ofrecen en la actualidad, requiere espacios  facilitadores del mismo.

Una tarea fundamental que cumplen,  es la facilitación de las relaciones sociales entre los niños,  ya que garantizan el ambiente distendido y la diversión a los usuarios. Tal ambiente, favorece la integración de niños marginados y/o con necesidades específicas. En este sentido, vale mucho la pena recordar valiosas experiencias llevadas a cabo en escuelas públicas europeas, que proponen espacios de juego (ludotecas) cuyo uso no está estipulado en un horario determinado,  sino que permanece disponible para el uso de estudiantes considerados “problemáticos” o con dificultades para su integración social y/o aprendizaje. La sustitución del ambiente formal de un  aula de clases,  por el menos rígido y distendido de un área de juegos -  debidamente dirigidos - logra la adecuación de estos alumnos “difíciles” al entorno escolar en un tiempo mucho menor.

La ludoteca compensa la carencia de espacios para el juego y ofrece programas lúdico-pedagógicos orientados a la prevención de problemas relevantes de la niñez en el entorno en que conviven;  en tiempos en los que el principio básico de la educación, habla de un todo que persigue la formación intelectual, física y de carácter de un niño,  de modo que pueda convertirse en un adulto integrado plenamente a la sociedad, con un aprendizaje racional en el uso de dispositivos electrónicos y juegos mecánico. La ludoteca,  de ese modo, crea un universo de posibilidades casi ilimitadas que deben aumentar a medida que la sociedad y los procesos de entendimiento de los modelos de práctica educativa evolucionan.

Para Bibliomulas Mérida, la puesta en funcionamiento de la Ludoteca Gabriele Sanesi, es un paso de especial trascendencia,  dada la función de investigación y contribución a los planes educativos que estos espacios ofrecen. Nosotros la consideramos el  terreno de pruebas más real que puede existir para todos los juegos,  juguetes y nuevas teorías y prácticas de enseñanza que en ella entren, con el atractivo adicional de haberse creado como un espacio comunitario que no está exclusivamente asociado a una escuela en particular,  sino que busca ofrecer sus espacios a cualquiera que lo requiera, facilitando el intercambio de conocimientos y ratos amenos entre niños y jóvenes de diferentes orígenes y formación.

Aunque ya está completamente instalada y en capacidad de prestar funcionamiento pleno, nuestra ludoteca espera por el inicio de clases presenciales para empezar a desarrollar sus muchos proyectos de desarrollo e integración a los planes educativos de las comunidades merideñas. Sinceramente, después del arduo trabajo que ha significado ponerla “a punto” apenas podemos esperar para tenerla llena de niños y jóvenes deseosos de aprender jugando.