EL ALIMENTO DE LA MENTE A BORDO DE LA MULA

Dentro de un cajón de la memoria sigue estando mi hermano mientras jugamos a "Capitales", le pregunto por Venezuela y me responde ...

jueves, 21 de julio de 2022

Lectura y escritura desde una mirada distinta: Bibliomulas Mérida (revista Trampiando)

El proyecto Bibliomulas nace en la Universidad Valle del Momboy, en la ciudad de Valera, estado Trujillo, en el año 2006. A partir de 2010, la Cooperativa Caribana, que se dedica al turismo responsable, asume la réplica y conducción de ese mismo proyecto en el estado Mérida – Venezuela. Este hermoso proyecto funciona en la Urbanización Los Sauzales, compartiendo espacios con otra organización social.

De forma muy cordial Naty Hernández y Juan Carlos Liendo, en representación de todo el gran equipo que conforma Bibliomulas-Mérida, suministraron los detalles que se relatan a continuación sobre la noble labor que desempeñan para llevar la lectura y la escritura hasta  los rincones más apartados. Naty Hernández acompaña este proyecto desde hace cinco años, es Coordinadora de las actividades que se realizan en las comunidades y en la Ludoteca “Gabriele Sanesi”, y Juan Carlos Liendo es el Community Manager y además un enamorado de Bibliomulas que presta su apoyo en las otras actividades que se requieran.

Origen de Bibliomulas Mérida Bibliomulas nace como un proyecto de difusión y sensibilización hacia la lectura en las zonas del páramo: Mucuchíes, Mocao, Picadero, Micarache, Gavidia y zonas aledañas; pero por razones de distancia, logística y sostenibilidad no se pudo dar continuidad al proyecto en esa zona y se traslada a la ciudad de Mérida, donde atiende actualmente a comunidades rurales ubicadas en zonas altas, cercanas a su sede, en sectores como: El Caucho (Las Quebraditas), Pie del Tiro (Los Pinos y Las Cuadras), El Rincón (Loma de la Virgen), Fundación Don Bosco y San José de las Flores, pertenecientes al Municipio Libertador, también asisten a comunidades no rurales que solicitan su servicio. Además, desde hace dos años están atendiendo en la población de Jají a cuatro comunidades de sus alrededores (Municipio Campo Elías). Todas estas comunidades se caracterizan por su difícil acceso geográfico, escasos servicios básicos y tecnológicos, razón por la cual es necesario que Bibliomulas lleve material didáctico a esos espacios.

Metodología de la experiencia de lectura y escritura

Este proyecto, aunque no es de educación formal, está sumamente sistematizado y organizado a partir de un componente académico adecuado al contexto andino como esencia de la filosofía de Bibliomulas; se lleva a cabo en ambientes al aire libre y en casas de las comunidades. Su objetivo es captar comunidades donde haya grupos de niños escolarizados (entre 4 y 15 años aproximadamente), además de maestras(os) para desarrollar un proceso de formación permanente, con el fin de promover el interés por la lectura y la escritura, como prácticas sociales y culturales que contribuyen a elevar la condición humana y a tener una comprensión más amplia del mundo.


Su metodología está compuesta por actividades diseñadas por el equipo de mediadores de lectura para ser desarrolladas durante aproximadamente dos horas. Inician captando la atención de los niños y adolescentes, a través de presentaciones teatrales encabezadas por Pedro Maldonado, teatrero merideño de amplia experiencia, director y creador del Grupo “Comediantes de Mérida”, él se acerca al grupo de niños cantando la canción de Bibliomulas: “Ae ae llegó la Bibliomula, ae ae llegó la Bibliomula” a través de las dinámicas y juegos con dos elementos fundamentales: 1) La Mula “Canela”, es la gran atracción y está asociada a la idiosincrasia de la cultura andina, por ser un animal fuerte para hacer el recorrido de grandes distancias en las zonas altas y empinadas, y al mismo tiempo es un animal dócil y 2) Las alforjas, como contenedores relacionados a la carga de insumos agrícolas de la mula, que en este caso son libros de literatura infantil y de adolescentes con títulos muy variados y atractivos.

Seguidamente, otros mediadores de lectura desarrollan dinámicas de lectura general, narrativa, lectura compartida, entre otras; relacionadas a algún cuento, leyenda o historia de alguno de los libros de la Bibliomula, motivando la lectura como forma de descubrimiento del mundo, ante lo cual el grupo de niños y adolescentes atiende atentamente. Luego, se invita a los niños y adolescentes a tomar libremente algún libro de la alforja, ante lo cual los niños corren emocionados y la dejan vacía. Se les da un tiempo para que los lean, intercambian libros entre ellos y los comentan desde sus propias vivencias, esto permite además que todos participen y opinen, y así poder diagnosticar de forma indirecta los niveles de lectura.

Después, realizan algunas dinámicas y juegos, antes del gran premio: pasear en la mula. La alegría que inunda estos espacios junto con las actividades es difundida a otros niños en las comunidades para que también se acerquen. Finalmente, se despiden cantando nuevamente la canción de Bibliomulas.

Periodicidad de experiencia de lectura y escritura

Esta actividad es semanal y atiende una comunidad por día, en las mañanas o en las tardes y se convierte en un espacio donde también se integra a la familia de los niños y adolescentes, quienes esperan con gran alegría y entusiasmo la llegada de “Canela” y voluntariamente ceden sus casas y otros espacios de la comunidad para el desarrollo de las actividades. Cabe destacar que Bibliomulas ha servido de apoyo a las familias (con su diversidad de integrantes y necesidades) y se ha convertido en muchos casos en el único recurso educativo al cual tenían acceso estas comunidades rurales tan lejanas.

Durante las actividades también se hace énfasis en la escritura. A los niños y adolescentes se les invita a escribir sobre lo leído, han creado libros artesanales utilizando materiales de reciclaje, promoviendo su capacidad de inventiva para armar libros y desarrollar una narrativa de historias creadas y escritas por ellos mismos inspirados en los cuentos e historias leídas. Se trata de una experiencia maravillosa, donde al llegar a la comunidad los niños y adolescentes reciben al equipo de Bibliomulas emocionados por mostrar los cuentos, historias y poemas que han escrito.

Obstáculos y dificultades que han enfrentado A lo largo del tiempo para mantener activo el proyecto de Bibliomulas han tenido que superar dificultades económicas y sociales (producto de la situación del país, la emigración y la pandemia, entre otros). Sus ingresos provienen de “amigos de Bibliomulas”,quienes recaudan ingresos a través de diferentes actividades sociales, y los donan para la adquisición de creyones, lápices, papel, libros, además de la compensación monetaria para el mulero (Sr. Genaro Márquez, que se encarga del traslado y cuidado de Canela), los mediadores de lectura y demás miembros del equipo de Bibliomulas-Mérida. También reciben donaciones de libros usados en buen estado para niños (cuentos, historias, novelas, entre otros). El proyecto quisiera cubrir más comunidades, pero por el momento sus limitados recursos económicos no lo permiten, pues el traslado de “Canela” es muy costoso, por este motivo solo pueden llevarla a las comunidades más cercanas. Sin embargo, a través de la administración de esos pequeños aportes Bibliomulas se mantiene activa planificando y programando las actividades semestrales que realizan en las comunidades rurales.

Ante la pérdida de la mula “Morichala”, emprendieron una campaña de búsqueda y difusión a través de las redes sociales que tuvo gran alcance a nivel nacional, dando a conocer el proyecto y su filosofía, así como el verdadero significado de ver llegar a una comunidad rural la mula cargada con su alforja de libros, debido a lo que esto representa para los niños, adolescentes y familias involucradas, por el hecho que perdería su esencia andina si se sustituyera por otro medio. Sin embargo, durante ese tiempo las actividades de Bibliomulas continuaron, hasta que finalmente luego de varios meses y con los aportes recibidos lograron comprar a la mula “Canela”.

Recordando que la mula, como animal de trabajo agrícola cercano a las casas rurales, es conocida por los niños desde los primeros años, y se convierte en un elemento de captación y estimulación hacia la lectura.

Importancia y ruptura de paradigmas

En el caso de Jají, como es una población lejana de la ciudad, ellos tienen sus alforjas allá y han formado un equipo de cuatro señoras como mediadoras de lectura: Inés, Yenny, Natalia y Marbella, quienes desarrollan sus actividades semanales orientadas por el equipo de Bibliomulas, que las visita ocasionalmente para compartir herramientas formativas. En Jají han encontrado comunidades donde existe un alto nivel de analfabetismo, ha sido necesario que el equipo de mediadoras de lectura haya enseñado a leer y escribir no solamente a los niños, sino también a los familiares adultos, ante lo cual la vida les cambia y el interés de la comunidad es tan alto que generalmente ubican en alguna finca cercana algún equino que sustituya a “Canela”, para que no se pierda la magia y la alegría de la Bibliomulas.


Sin duda alguna, el trabajo realizado en estas comunidades ha puesto en tela de juicio ese dicho de que “a los niños no les gusta leer”. La verdad con la que se han encontrado en estas comunidades es que a los niños les encanta leer, un libro en sus manos se convierte en un elemento totalmente curioso, y desde los más pequeños escuchan atentamente las historias bien entonadas y gestualizadas, visualizan las imágenes y se concentran totalmente, además de cuidar el libro que han tomado como un tesoro que no rayan ni dañan. En el caso de los adolescentes, también han observado en algunas comunidades que tienen señal telefónica celular que respecto a ese dicho de que “los muchachos no sueltan el teléfono”, Bibliomulas ha logrado que los adolescentes dejen el teléfono a un lado durante las dos horas en las que se desarrolla la actividad y tomen alguno de los libros de la alforja, caracterizados por ser muy interesantes y animados. En general, se rompen muchos paradigmas de distracción, debido a los altos niveles de concentración y emoción que se alcanzan en las actividades de lectura y escritura propuestas en las diversas comunidades.

Así, la visión del proyecto Bibliomulas más allá de que todos se conviertan en lectores y escritores, es que muy probablemente un alto porcentaje de esos niños y adolescentes que hoy se acercan a este programa de lectura y escritura van a descubrir al libro como una oportunidad, perdiéndole el miedo. Por lo tanto, cada vez que vean un libro lo van a querer abrir, hojear y revisar porque saben cómo hacerlo, desarrollando sus habilidades de lectura e interpretación. De ahí el objetivo principal de Bibliomulas de apuntar no solo al disfrute de la lectura, sino también al desarrollo de la capacidad de comprender, discernir y opinar sobre una información. Los niños y adolescentes participan libremente de estas actividades de lectura y escritura sin ningún tipo de presión, compartiendo entre las diversas edades y grados que cursen, sin considerar que ninguno es mejor que otro, canalizando su competitividad innata hacia el lado más positivo de intercambio de opiniones e interpretaciones, respecto a las historias y cuentos leídos.

Problemas y necesidades

Por otro lado, entre los problemas y necesidades que esperan resolver en estas comunidades rurales y aldeas lejanas, donde la educación mediada por las TIC no es accesible debido a que los maestros y los niños no cuentan con las condiciones mínimas para ello, es continuar siendo un espacio alternativo de lectura y escritura organizado a través de Bibliomulas. Tomando como norte que la mejor manera de vivir muchas vidas y viajar por el mundo es por medio de la lectura, y aunque no todos los niños que son beneficiados por este proyecto serán lectores y escritores, muchos de ellos tomarán estas herramientas de lectura y escritura para desenvolverse mejor en un futuro, aun proviniendo de familias netamente de agricultores en las que en algunos casos ninguno de sus miembros ha ido a la escuela o siquiera culminado su bachillerato, se involucran y participan con gran entusiasmo en las actividades de Bibliomulas con la esperanza de que sus hijos tengan otras oportunidades de estudio. Por ello seguramente, los niños y adolescentes de estas comunidades rurales que han participado en las actividades de Bibliomulas van a ser más proclives al estudio que aquellos que no lo han hecho, logro que constituye una gran satisfacción para Bibliomulas.

Recursos del proyecto

Entre sus recursos cuentan con una biblioteca bastante amplia, que permite que los libros sean rotados para evitar la repetición en las comunidades. También, tienen la Ludoteca “Gabriele Sanesi” inaugurada en el año 2021, donde se realizan actividades con niños que vienen a la sede de Bibliomulas, a través del contacto con las escuelas y las comunidades que visitan, convirtiéndose en una nueva experiencia de aprendizaje donde se realizan cine foros, juegos, expresiones culturales, visitas a museos a través del uso de las TIC y otras actividades complementarias. Además, la Ludoteca “Gabriele Sanesi” es una de las pocas que está funcionando actualmente en la ciudad y es un espacio abierto a solicitudes de jornadas de recreación a grupos de niños, mediante el cual pueden generar recursos para el mantenimiento de la misma, donde a partir del juego se inicia una experiencia distinta de lectura y escritura acompañados por mediadores de lectura como Naty Hernández y Emilia Márquez que tienen una amplia experiencia en educación y lectoescritura, lo cual contribuye a que los niños pasen una tarde distinta y disfruten.

Presencia y labor en diversos espacios

Aunque el trabajo de Bibliomulas es fundamentalmente en las comunidades rurales, también se han presentado y realizado actividades urbanas, en ferias y eventos culturales en la Plaza Bolívar, Plaza las Heroínas, Centro Cultural “Tulio Febres Cordero”, entre otros. Asimismo, han desarrollado actividades en las comunidades en conjunto con otras fundaciones como Don Bosco y Primeros Auxilios Ulandinos (PAULA). Entonces mientras la familia es atendida en alguno de los programas de salud o atención médica, Bibliomulas desarrolla actividades de recreación, lectura y escritura con los niños durante estas jornadas.

Por lo tanto, el equipo de Bibliomulas trata de estar presente donde la soliciten, llevando la alforja y la mula si es un lugar cercano, de lo contrario “Canela” es sustituida por otro animal equino de la comunidad.

Además, contemplan un programa de formación de animación lectora conducido por la profesora Emilia Márquez, dirigido a quienes deseen participar en este proyecto como animador o promotor de lectura. Generalmente invitan a estos talleres de formación a las maestras de las comunidades que visitan, también a las mamás de los niños y otras personas relacionadas con las escuelas, para que se familiaricen con la metodología de Bibliomulas. Es importante acotar que, Bibliomulas puede ser una opción para realizar labor social o trabajo comunitario de estudiantes de bachillerato o universitarios, quienes se involucran en las actividades tanto en las comunidades, como en la ludoteca.

Impacto y futuro del proyecto

Para conocer el impacto de Bibliomulas en la comunidad, hace tres años se hizo una sistematización de lo realizado desde su origen en el Páramo. En este sentido, se realizó una evaluación y valoración de la experiencia, lo que se debía continuar realizando igual y lo que habría que cambiar a fin de mejorar, cuidando todos los detalles, desde la atención veterinaria de la mula, la familia que cuida a “Canela”, la creación de contenidos, los tipos de dinámicas, entre otros aspectos. De esta sistematización resalta que han aplicado pruebas diagnósticas en las comunidades de manera indirecta a través de ciertas estrategias, hallando como resultado niveles de lectura muy bajos, por ejemplo, niños que cursan 6to grado de educación primaria pero su nivel de lectura y escritura está a nivel de segundo grado, por ello cuentan con registros de los niños y el tiempo que llevan asistiendo a fin de observar y constatar progresivamente el avance de estos niños a través del proyecto.

De igual manera, durante el año 2021 se atendieron más de trescientos ochenta (380) niños y adolescentes en las comunidades. Con el objeto de ir más allá de esta importante cifra, como ejemplo cualitativo del impacto de Bibliomulas, se puede citar al Sr. Genaro Márquez y su esposa la Sra. María de Márquez quienes cuidan y se encargan del traslado de “Canela” hasta la comunidad, pero no solo eso sino que también se involucran con gran atención y cariño en las demás actividades de formación, y sin duda a través de los talleres y actividades de formación en las que ha participado la Sra. María de Márquez se ha generado un cambio en su visión de vida. Este caso es muy similar a la de otros miembros de la comunidad, donde a pesar de no tener una elevada formación académica valoran y estiman la gran importancia del proyecto como oportunidad y esperanza de formación para los niños y adolescentes.

 A futuro, esperan que este proyecto crezca, pero sin perder su esencia y filosofía. Tienen gran disposición para asesorar la réplica de este proyecto en cualquier otro estado andino o agrícola a fin de que continúe extendiéndose, ya que actualmente la única que está activa es Bibliomulas-Mérida. Vislumbran, continuar siendo ese espacio de acompañamiento al niño, su familiar más cercano y a los docentes, donde a través de la lectura y la escritura recrean un mundo mejor en los lugares más humildes y apartados. Su mayor motor es la respuesta que reciben de estas comunidades que los esperan con gran alegría y entusiasmo, mediante la asistencia constante de los niños y jóvenes durante la pandemia y en la actualidad. Todo esto hace que el proyecto y su misión se mantengan más vivos que nunca, conservando siempre las medidas de bioseguridad pero sin perder el norte del proyecto hacia la lectura y la escritura como medio de comprensión y cultivo del pensamiento crítico, para que los niños y jóvenes de las comunidades rurales que participan del proyecto sigan teniendo la oportunidad de sentir un libro en sus manos, hojearlo, y que no se pierda la magia de imaginar otros contextos y a futuro tengan una vida mejor.

lunes, 11 de julio de 2022

No más lejos que un árbol

Hemos tenido la dicha de unirnos a la celebración del aniversario de la Fundación Wanda Di Ferdinando, ocurrido el pasado viernes 8 de julio. Para conmemorar ese día especial, la Fundación ha renovado la tradición de un concierto dedicado a la memoria de la familia Di Ferdinando y al trabajo de la institución.

Esta vez, aprovechando la destreza que todos hemos adquirido en el manejo de encuentros virtuales y, un poco para celebrar también que hemos empezado a trabajar juntos, la celebración de este aniversario tuvo invitados muy especiales ya que, desde el Museo Nacional Rossini en Pesaro, los pequeños violinistas de LiberaMusica se conectaron en vivo con los músicos de la Fundación Don Bosco y con el grupo profesional venezolano Camerata Strings 360.

Fue un momento muy especial cuyo propósito, entre otros, nos vino perfecto: La Fundación Di Ferdinando creo este momento musical como espacio para dar voz a lo que vive Venezuela y potenciar, una vez más y en continuidad con el pasado, el indispensable aporte que la música otorga en el camino educativo


La mañana, por cierto, estuvo dedicada a la comunidad, cosa que para nosotros fue muy interesante ya que nos permitió conocer detalles del funcionamiento de la Fundación Di Ferdinando y los programas que llevan a cabo. Y aunque ya nos habían participado que lo harían, no dejó de sorprendernos muy gratamente que el “leitmotiv” del evento fue el verso “no más lejos que un árbol” del gran poeta venezolano Eugenio Montejo, pertenece al poema “Terredad”. Este poema está centrado en la necesidad, incluso ecológica, de acoger nuestra interdependencia:

Dice así:

"Estar aquí en la tierra: no más distante / que un árbol, ni más incomprensible, / luz en otoño, hinchada en verano, / con lo que somos o no somos, con la sombra, / la memoria, el deseo, hasta el final / ( si hay fin) voz a voz, / casa por casa, / tanto los que traen la tierra, si la traen, / como los que la esperan, si la esperan, / compartiendo juntos cada vez el pan / dos, tres, cuatro, / sin olvidar las sobras para la hormiga / que siempre viaja desde lejanas estrellas / para ser puntual a nuestra hora de cenar / aunque las migajas sean amargas”.



Eso fue además lo que realmente hicimos, por eso nos pareció tan apropiado: aceptar y disfrutar nuestra interdependencia, como sujetos propios de un experimento que con seguridad arrojará excelentes frutos. Lo aseguramos desde nuestra perspectiva de “enlazadores” o posibilitadores de una propuesta mucho mas grande en el que participamos nosotros como Bibliomulas poniéndole empeño a la comunidad de La Vergara Alta, los niños de la Fundación Don Bosco institución con la que tenemos una nutritiva alianza desde hace mucho tiempo y serán altamente beneficiados por esta iniciativa.

Lo mas rescatable, si queremos mencionar algo en particular, fue la hermosa ocasión del pasado 08 de julio. Niños con escasa o ninguna preparación musical, ensayaron arduamente para preparar cuatro canciones que interpretaron desde la sede de la Fundación Don Bosco para el público que allí estaba y para nuestra audiencia congregada en el Museo Nacional Rossini de Pesaro los que recibieron con verdadero entusiasmo su aporte.


Seguro el primero de muchos, el concierto del 8 de julio, nos abrió puertas a un proyecto que anhelamos poner en practica desde hace mucho tiempo: demostrar que la música ejerce un verdadero impacto en la calidad de vida, en el proceso de aprendizaje y en el desarrollo de cualidades intelectuales de niños y adolescentes.