EL ALIMENTO DE LA MENTE A BORDO DE LA MULA

Dentro de un cajón de la memoria sigue estando mi hermano mientras jugamos a "Capitales", le pregunto por Venezuela y me responde ...

miércoles, 25 de noviembre de 2020

ALIANZAS NECESARIAS

 


Estamos completamente seguros que un proyecto como Bibliomulas Mérida no puede funcionar correctamente sin alianzas; lo decimos con seguridad porque creemos que,  uniendo esfuerzos, es como saldremos adelante en esta curiosa disyuntiva por la que atraviesa el país. Esa situación crítica y llena de complejidades que nos preocupa tanto, puede enfrentarse mucho mejor, si contamos para ello como asociaciones amigas que nos permitan espacios para crecer y a quienes podamos apoyar en sus propios esquemas de desarrollo.

Tal es el caso de la Asociación Civil Geografía viva, fundada en Caracas en  1987 por estudiantes de geografía de la Universidad Central de Venezuela. Aunque su nombre parece indicar el desarrollo de actividades que no necesariamente coincidan con las propias de Bibliomulas Mérida, ha resultado un acercamiento necesario,  lleno de exitosas oportunidades.

Geografía viva, ha desarrollado un interesante trabajo en el área de educación ambiental,  en regiones en que la naturaleza requiere especiales cuidados porque se encuentra en un mayor estado de vulnerabilidad. Ese fue su centro de acción durante muchos años. A medida que realizaban ese trabajo, sin embargo, empezaron a notar que, en relación con el ambiente, los niños tienen derechos específicos y que la educación ambiental debía ser enlazada con la problemática de las familias, especialmente las mujeres “dado que comprobamos que, si no se vincula el trabajo ambiental con el mundo afectivo de las personas, éstas no incorporan actitudes proactivas.”



Es por eso que se proponen, entre otras cosas,  “promover en los niños y niñas habilidades de lectura y escritura, como fuente de enriquecimiento personal, contribuyendo con la formación de ciudadanos, autónomos, sujetos de su propio desarrollo individual y colectivo”

Ha sido una gran oportunidad para Bibliomulas Mérida. El proyecto de Geografía viva se realiza en la parroquia de Jají,  en el estado Mérida, Venezuela, áreas en las que nuestro trabajo de promoción de lectura y apoyo al crecimiento intelectual de niños, ha tenido poca presencia.

Para cumplir con el objetivo propuesto y aún en tiempos en los que la educación presencial no termina de instaurarse permanentemente, debido a la situación de emergencia sanitaria por efectos de la pandemia por COVID 19, hemos podido asistir en varias oportunidades a Jají y con todas las medidas de bioseguridad necesarias, hacer trabajos de formación docente, sesiones de lectura dirigida, actividades de apoyo pedagógico compartiendo nuestras alforjas de libros.

La alianza con Geografía viva nos ha permitido ampliar el radio de acción de nuestro proyecto; pero, sobre todo nos ha dado la enorme satisfacción de ser parte de un proceso que extiende sus objetivos mucho mas allá de la promoción lectora exclusivamente,  y los engloba dentro de un objetivo educativo medioambiental; lo cual es uno de los grandes fines que persigue Bibliomulas; además, hemos conseguido una mula en la parroquia Jají que se pondrá al servicio de los niños de la comunidad y nuestras alforjas, llenas de títulos interesantes y tesoros de la literatura universal, han tenido la mejor acogida.



miércoles, 18 de noviembre de 2020

EL ARTE DE ESCRIBIR


La necesidad de escribir está tan ligada a la necesidad que tiene el hombre de comunicar sus ideas y compartir información,  que podríamos perfectamente decir que sin escribir, la evolución de la humanidad hubiese seguido un derrotero muy distinto, podemos decir que si el hombre no hubiese perfeccionado la habilidad para escribir, la historia sería tan distinta que tal vez solo hablaríamos dos lenguas y una de ellas sería el latín. Ni hablar de lo demás.

No hubiesen llegado hasta nosotros los avances de la ciencia y no sabríamos de los grandes inventos de la historia. Podemos hablar, y de hecho es lo que nos diferencia de los animales;  pero, necesitamos escribir para que esos pensamientos que se amontonan en la cabeza, salgan a dominar el mundo.

Algunas veces es necesario descifrar  algo que ha sido escrito por quien ignora lo más elemental del arte de escribir, y se puede decir que no es por lo que escribe sino por cómo ha sido escrito ya que la idea más simple, resulta imposible de entender en ciertas ocasiones debido a que se pierde la precisión, la elegancia, la claridad y armonía del texto que se está exponiendo. Virtudes que se consiguen con la práctica y el esfuerzo de muchos intentos.

Hay quienes opinan que no se aprende a ser escritor, y que de algún modo es un “don del cielo”. De verdad resulta difícil afirmar que no lo sea, aunque también es cierto que dependiendo del empeño y trabajo puede llegarse a serlo. Después de todo es cierto que escribir es corregir muchas veces y que el mayor tiempo que un escritor pasa en su mesa de trabajo lo gasta en correcciones ya que a fuerza de trabajo se puede llegar a ser un escritor puro, claro, correcto e incluso elegante.  No cabe duda que el arte de escribir es el producto de un arduo esfuerzo.



Un esfuerzo que básicamente depende de aprender a utilizar nuestra lengua, para lo cual, no hay como estudiar sus infinitos recursos para huir de la monotonía y pobreza de vocabulario. Si bien es la gramática el primer libro que tomamos en la mano para aprender los rudimentos de nuestra lengua, ese libro,  y lo que allí se enseña,  estará siempre al lado de quien nunca abandona la idea de perfeccionar su manera de narrar  sus historias y las de los otros.

Un escritor o quien aspire a serlo, procurará ver en si mismo, una especie de revelación a perpetuidad de su obra ; por lo tanto para escribir con ese sentido de belleza y elegancia textual casi eterna debe tener en cuenta detalles de verdadera importancia; el primero de ellos es que resulta imposible escribir sin haber sido un buen lector. Solo la lectura acuciosa, va a darnos herramientas para escribir que vaya mucho más allá de las palabras.

Quien escribe sólo con palabras es como el que construye exclusivamente con ladrillos; si se desea decorar y embellecer el edificio se han de utilizar también las esculturas y las tallas; esa analogía es la que encierra el secreto de un texto bien escrito: no solo tendrá frases hechas, sino pensamientos e ideas que contribuyan a engrandecer nuestras aseveraciones y nuestra autoridad en la escritura.

De modo que, si alguna vez has pensado que podrías ser escritor y quieres intentarlo es bueno saber que escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra vez. Este es un arte que lleva consigo la virtud de la paciencia, solo así será posible crear un estilo propio para expresar  ideas y pensamientos que trasciendan el simple momento de la imaginación.